¿Qué es la dislexia?
La dislexia es el inconveniente que entorpece y complica el proceso de aprendizaje, ya que se caracteriza por influir sobre la capacidad de la lectura, la escritura, la realización de cálculos y la memoria a corto plazo.
Se manifiesta como una dificultad para la distinción y memorización de letras o grupos de letras, falta de orden y ritmo en la colocación, mala estructuración de frases, etc. La dislexia afecta tanto a la lectura como a la escritura.
¿Existen distintos tipos de dislexia?
En efecto, cabe distinguir entre dislexia adquirida y evolutiva.
La adquirida aparece a causa de una lesión cerebral concreta, mientras que la evolutiva se presenta sin una causa concreta que la explique. En ambas pueden diferenciarse además otros tipos de dislexia, clasificados en función de los síntomas predominantes en el paciente:
- Dislexia fonológica: se ve alterada la ruta fonológica, el niño lee por deducción sin realizar una lectura completa de la palabra.
- Dislexia superficial: incapacidad para leer palabras irregulares. Fallo del léxico visual, del sistema semántico y del sistema fonológico.
- Dislexia semántica: se lee de manera correcta sin llegar al significado de lo leído.
- Dislexia profunda: tienen todas las rutas alteradas.
Cómo identificar a un niño/a disléxico
- Tarda mucho en hacer los deberes.
- Prefiere leer en voz alta para entender mejor la lectura. Se inventa palabras.
- Muestra más habilidad en los exámenes orales que en los escritos.
- Tiene mala caligrafía y ortografía.
- Es muy imaginativo e incluso creativo.
- Le cuesta mucho prestar atención. Suele ser hiperactivo y soñador.
- Presenta una baja autoestima.
Siga estas recomendaciones si su hijo presenta una dislexia:
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- El niño debe saber que sus padres comprenden la naturaleza de sus problemas de aprendizaje.
- No es vago ni falto de inteligencia, de hecho se esfuerza mucho más en su trabajo para alcanzar su nivel correcto de lectura y escritura.
- Hay que evitar que la ansiedad de los padres aumente los problemas del niño, aumentando su preocupación y generando dificultades emocionales secundarias.
- No realizar comparaciones del niño disléxico con un niño sin dificultades. Evalúe sus progresos en comparación con él mismo, con su nivel inicial, no con el nivel de los demás.
- En el colegio deben establecer criterios para su trabajo en términos concretos que él pueda entender y realizar.
- Si es posible hacerle exámenes orales, evitando las dificultades que le suponen su mala lectura, escritura y capacidad organizativa.
- Se le debe proporcionar apoyo emocional y social, además de desarrollar su autoestima.
- La información nueva se le ha de repetir más de una vez debido a su problema de distracción, memoria a corto plazo y, a veces, escasa capacidad de atención.
- Es recomendable darle tiempo para que organice sus pensamientos, de esta manera estará menos nervioso y en mejores condiciones para realizar sus tareas.
- Es fundamental hacer observaciones positivas sobre su trabajo, sin dejar de señalar aquello en lo que necesita mejorar. Hay que alentarlos siempre que sea posible.
Tratamiento y recuperación de un niño disléxico
El diagnóstico y la prevención deben comenzar lo antes posible, desde el momento en el que se observen las primeras señales. De este modo se evitan muchos problemas de inadaptación escolar y personal.
Aunque la intervención en el niño disléxico se realice de forma temprana, en la mayoría de los casos es aconsejable continuar con un tratamiento de mantenimiento para ir eliminando las dificultades que se van presentando.
Sabía que…
A lo largo de la historia, muchos personajes famosos considerados genios han sido disléxicos. Por ejemplo, científicos como Albert Einstein o Thomas Edison. Pero no son los únicos nombres que destacan en este sentido. El gran Leonardo Da Vinci o el mismísimo Walt Disney también lo fueron.