La piromanía es una enfermedad que consiste en obtener satisfacción a través de la provocación de incendios y contemplar sus consecuencias. Se trata de un trastorno de control de impulsos que se da con más frecuencia en hombres que en mujeres.
El pirómano siente fascinación por el fuego, tensión antes de un incendio, alivio tras él y nunca lo provoca para conseguir algo a cambio, como móviles económicos, ideológicos, venganza, etc. En general, el incendio le lleva a sentir un estado de liberación y satisfacción personal.
Según los expertos, el 95% de los incendios de nuestros bosques tienen su origen en causas humanas. De estos, la mayor parte siguen siendo causados por negligencias e imprudencias y, en contra de lo que pueda pensarse, los pirómanos sólo causan una pequeña parte de los fuegos forestales.
Debido a que la piromanía es un trastorno del control de los impulsos, el primer objetivo del tratamiento que aplica el psicólogo clínico debe de ser precisamente ese, trabajar con distintas técnicas para fomentar el control de impulsos y el autocontrol del afectado.