Dejar de fumar, ponerse en forma, bajar de peso… son algunos de los propósitos en los que nos embarcamos cuando se inicia un nuevo año. El problema llega cuando la gran motivación inicial desaparece transcurridos los primeros días de la puesta en marcha de nuestro propósito.
¿En qué fallamos? ¿Qué hacemos mal?
Si tus metas son demasiado grandes y poco realistas, probablemente no logres alcanzarlas.
A continuación te ofrecemos algunos consejos para que tus propósitos sean alcanzables y llegues a la meta con éxito:
- Sé realista. Define bien tu propósito.
- Comienza cuanto antes. Un lunes no es mejor que cualquier otro día o momento de la semana. No te pongas excusas. Empieza ya.
- No intentes lograr varios objetivos a la vez. Céntrate en uno o correrás el peligro de abandonarlos todos. Ya se sabe, “el que mucho abarca…”
- Establece rutinas y cada cierto tiempo hazte evaluaciones. Pregúntate cómo llevas la consecución de tu propósito. Escribe un pequeño listado de logros.
- Cuéntale a alguien tu objetivo y comparte tus metas con otras personas.
- Si fallas, comienza de nuevo. Revisa tus errores y evítalos.