Hablar bien ha supuesto a lo largo de la historia un reto y una meta. El lenguaje y el habla no son cualidades innatas en las personas, sino adquiridas, cuestión que nos lleva a afirmar que solo con el aprendizaje, el entrenamiento y la perseverancia podemos acercarnos a la perfección en el campo de la oratoria, definida ésta como el arte de hablar con elocuencia, deleitar, persuadir y conmover por medio de la palabra.
Uno de los ejemplos más ilustrativos lo encontramos en Demóstenes, uno de los más grandes oradores de la historia. El famoso ateniense creció teniendo que enfrentarse a su tartamudez y al rechazo que ésta provocaba en muchos de sus contemporáneos, que aseguraban que jamás podría dedicarse al discurso y la oratoria.
Pero Demóstenes perseguía su sueño y se empeñó a fondo en su objetivo. Para reforzar su voz, practicaba en la playa hablando con piedrecitas en la boca hasta que se le podía oír entre el ruido de las olas. También subía por colinas cargando peso en el pecho para aumentar su capacidad pulmonar.
Su tenacidad hizo que pasará a la Historia como uno de los oradores más relevantes y como un destacado político ateniense.
Una persona que no sepa expresarse correctamente ante los demás tiene más posibilidades de fracasar y de ser relegada a un segundo plano que otra que domine el arte de la oratoria. Son los más elocuentes los destinados a despuntar y triunfar en todas las esferas de la vida.
Las claves de una buena comunicación
La oratoria es un arte y como tal hay que tener cuidado al tratar de reproducirla. Es importante la actitud, la postura, el juego vocal, el lenguaje y la presentación corporal (adornos, atuendo…). También es básico contar con una buena riqueza de vocabulario o, en su defecto, habernos preparado muy bien nuestro discurso.
En una buena comunicación hemos de saber repartir los tiempos, delimitar y jerarquizar los conceptos, modular y entonar la voz, dirigir nuestra mirada, dominar los gestos, controlar la respiración, respetar los silencios, proyectar la voz, evitar el uso de muletillas y no abusar de los gerundios…
Cómo mejorar la dicción al hablar
En el campo del habla solemos acumular malos hábitos desde la niñez. Mª Teresa Estellés, logopeda y directora de Centros Ortofón, destaca que una mala vocalización y la falta de ritmo y de seguridad suelen ser los principales errores en los que incurrimos cuando nos comunicamos oral y gestualmente. “Hemos de vigilar la respiración, la vocalización y aprender a controlar los nervios para conseguir mejorar la habilidades de la voz”, apunta Estellés.
Si la forma en la que nos comunicamos no es la correcta nuestra vida se ve afectada directamente, tanto en el plano personal como en el profesional. En este último, son muchas las profesiones para las que la comunicación es una herramienta fundamental: profesores, periodistas, agentes comerciales, políticos… Y no olvidemos a los estudiantes que han de realizar pruebas y exámenes orales ante un tribunal.
Cuando nuestra habilidad a la hora de expresarnos y comunicarnos dista mucho de ser la adecuada, es recomendable acudir a un profesional. Cursos como el que actualmente imparte Mª Teresa Estellés, ‘Hablar en público. Elementos y estrategias para perder el miedo. Habilidades para comunicar’, pueden ser clave para mostrarnos el camino a seguir en nuestra forma de comunicarnos con los demás.
El curso se realiza a lo largo de dos tardes: lunes 1 de julio y miércoles 3 de julio de 2019, en horario de 16:00 a 20:00 horas y es de carácter práctico y presencial.
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