El Síndrome de Tourette, que debe su nombre al neurólogo francés Gilles de la Tourette, es un trastorno neurológico que se manifiesta a través de la presencia de tics, tanto motores como fónicos, es decir, movimientos involuntarios repetidos y sonidos vocales que pueden incluir gruñidos, carraspeos, gritos, ladridos y, en algunas ocasiones, palabras o frases inapropiadas.

Si bien los síntomas de este síndrome difieren de una persona a la otra y varían de muy leves a graves, la mayoría de los casos corresponden a la categoría leve. Las afecciones relacionadas pueden incluir problemas de atención (TDAH/TDA), impulsividad, conducta obsesiva compulsiva y trastornos de desarrollo del aprendizaje, según la Asociación Americana del Síndrome de Tourette.

Las personas que viven con el Síndrome de Tourette son tan inteligentes como aquellas que no lo tienen. Sin embargo, una parte de los afectados por este trastorno puede presentar problemas de aprendizaje u otras afecciones como el TOC (Trastorno Obsesivo Compulsivo), el TDAH (Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad) y el trastorno de ansiedad.

La terapia psicológica es importante en los afectados por el síndrome porque les ayuda a mejorar su autocontrol y, en consecuencia, su sociabilidad y autoestima. En este sentido, el área de Psicología de Centros Ortofón se ocupa de la atención de aquellas personas que presentan los síntomas del Síndrome de Tourette.

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