Los niños pequeños con TEA a menudo se enfrentan a grandes desafíos, sobre todo al entrar en nuevos entornos y al conocer a nuevas personas.
A la hora de empezar la educación infantil para niños con autismo, debemos considerar una serie de factores que pueden afectar su aprendizaje, como el entorno físico o los compañeros. Si es la primera vez que el niño acude a la escuela, la estimulación sensorial será nueva para él y puede afectarle, ya sean estimulaciones como sonidos fuertes, luces, texturas, multitudes, etc.
La infancia se desarrolla en un entorno cambiante, actividades, entorno, personas, horarios, etc., que la mayoría de niños y niñas lo encuentran emocionante y atractivo. Sin embargo aunque los menores con TEA se adaptan gradualmente al entorno y al cambio continuo, sin etiquetado contextual, puede ser un desafío adicional para el pequeño, por eso siempre resulta interesante el apoyo de un profesional para ayudar al menor a lidiar con tanto cambio.
La primaria es otra etapa de desarrollo clave para un menor con TEA. Las relaciones sociales con los compañeros de clase ganan más relevancia que en infantil. El comportamiento social se vuelve menos directo poco a poco y requiere un mayor esfuerzo del menor para descifrar y comprender las interacciones sociales. Especialmente los comportamientos y las emociones de los demás son reemplazadas gradualmente por un comportamiento intermedio. O emociones reprimidas y ocultas, que requieren que los estudiantes adquieran comprensión y conocimiento social y emocional más profundo para comprender las relaciones interpersonales y así poder participar de manera efectiva. También se requieren habilidades lingüísticas y prácticas más avanzadas.
Otro de los grandes desafíos es la participación social en el proceso de aprendizaje colectivo y comprender el comportamiento de los compañeros. Además, algunas habilidades de la función ejecutiva, como la flexibilidad cognitiva, las habilidades de planificación y resolución de problemas son necesarias para hacer frente de manera eficiente a las demandas sociales y académicas de la escuela. Es por esto que en esta etapa también es recomendable contar con el apoyo de un profesional que ayude al menor a superar estos obstáculos que se puede encontrar en el camino.
