Como todos sabemos, el juego es una actividad fundamental en el desarrollo del niño, que influye tanto en su capacidad posterior para adquirir nuevos aprendizajes, como en su futura adaptación a la sociedad. El juego podría considerarse una de las actividades sociales por excelencia, en la cual pueden verse claramente reflejadas las características del pensamiento, emoción y sentimientos infantiles.
El juego para el niño es una actividad espontánea, que surge de forma natural y placentera, que le permite situarse en otras situaciones, personajes, con una libertad que en la vida real no tiene. Está lleno de fantasía e imaginación y no tiene objetivos, pero en la mente del niño es algo muy valioso ya que es una fuente de aprendizaje.
Toda la actividad humana surge de la necesidad innata de explorar y controlar el entorno. Tanto los bebés como los niños de corta edad, aprenden a través del juego multitud de papeles distintos por medio de la observación y la imitación, normas sociales, etc., que les será posteriormente de gran utilidad en su vida adulta. Les ayuda a descubrir el espacio que los rodea, los objetos y sus características, a los otros e incluso a descubrirse ellos mismos.
Cada vez es más habitual que los niños disfruten mucho jugando con videojuegos, que les permiten explorar realidades diferentes a las que los rodean, que es uno de los motivos por los que resultan tan atrayentes.
Aunque esta no es la única ventaja que parecen tener este tipo de juegos, nuevo estudios han mostrado beneficios a nivel terapéutico en niños con TDAH o niños con Dislexia.
Según un estudio publicado en CurrentBiology, los niños que jugaban durante 9 sesiones de 80 minutos a un videojuego de acción, aumentaron su velocidad de lectura, sin errores. Y estos progresos se mantuvieron al menos durante 2 meses. Pero no solo eso, sino que se vio que superaron la mejoría que se produce de forma natural en la dislexia al cabo de un año.
Estos resultados se deben a que el videojuego ayuda a afinar la atención visual (puesto que el niño tiene que desplazar rápidamente su atención en las distintas partes de la pantalla) lo que refuerza la capacidad de lectura y evita que se mezclen las letras de una página.
Los investigadores comentaron que los resultados mostraban que los niños de este estudio habían mejorado más que los que estaban recibiendo un tratamiento terapéutico habitual.
Esto no quiere decir que haya que abandonar los técnicas habituales de trabajo, sino que los videojuegos pueden ser una herramienta complementaria, porque además cuentan con una ventaja y es que resultan muy atractivos para los niños, por lo que van a acudir a las sesiones de trabajo motivados.
Recientemente en nuestro país el centro Nascia, mostraba resultados de una investigación con un conjunto de juegos interactivos, el “Play Attention”, que ayudaba a los niños a concentrarse en las tareas y acabar los deberes antes. Cada uno de los juegos está diseñado para trabajar una habilidad específica relacionada con la memoria, atención, concentración, coordinación psicomotriz, procesamiento auditivo, discriminación, ejecución de tareas en tiempo, etc.
Además el juego cuenta con un módulo para generalizar las habilidades aprendidas a la vida diaria del niño, por lo que puede resultar de gran utilidad. Por ahora los resultados son muy positivos y prometedores.
A modo de conclusión, podemos decir que el juego es la actividad que permite a los niños explorar el mundo que les rodea, los objetos, las personas, los animales, la naturaleza, e incluso sus propias posibilidades y limitaciones. Es el instrumento que les capacita para ir progresivamente estructurando, comprendiendo y aprendiendo el mundo exterior.
El juego tiene un valor social muy importante, puesto que además de ayudar al desarrollo físico y mental del niño, favorece el proceso de socialización de los niños. Pero el juego también es una poderosa herramienta terapéutica, que se puede usar para trabajar diversas áreas del desarrollo en las que el niño pueda presentar dificultad.
Los videojuegos son una nueva modalidad, que gusta mucho a los niños y jóvenes, pero que además en los últimos años parece perfilarse como una nueva herramienta terapéutica con la que poder trabajar para mejorar el desarrollo. Las investigaciones muestran resultados muy positivos que parecen avalar los beneficios de los videojuegos.
Autora: Yaiza Antelo Carracedo
Psicóloga Infantil, especializada en Atención Temprana, y colaboradora de Ortofón.
