Todo el mundo siente la timidez en algún momento; en la mayoría de los casos es una conducta normal y pasajera. En los niños, sentir algo de timidez es normal, y es considerada como parte del desarrollo.
No obstante, se convierte en un problema si interfiere con la amistad con otros niños, en situaciones sociales, escuela, u otros aspectos importantes en la vida del niño. La timidez, que puede definirse como el temor o el aislamiento de otras personas o eventos sociales, puede tener diferentes causas, dependiendo de cada niño y cada circunstancia.
Cualquiera que sea la causa de la timidez en un niño, no debe ser ignorada por los padres; puede ser muy dolorosa para el niño, y puede tener efectos negativos en otros aspectos de su vida que pueden permanecer hasta la madurez, por ejemplo, en forma de baja autoestima, lo que puede dificultar que los niños tengan amigos. Incluso, algunos niños tímidos son tan quietos que no piden la ayuda que necesitan de los maestros, lo que puede interferir con su rendimiento académico.
Afortunadamente, la timidez no es un problema difícil de corregir. La solución, sin embargo, requiere una dedicación importante por parte de los padres.